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domingo, 28 de mayo de 2017

La niña alemana


Sinopsis:

“Berlín, 1939. Hannah Rosenthal es un aniña judía de familia acomodada cuya vida sufre un dramático vuelco tras el ascenso de los nazis al poder. Su única salida podría estar al bordo del St. Louis, un transatlántico que parte rumbo a Cuba con casi un millar de refugiados.”

Armando Lucas Correa, autor del libro que vengo a reseñar el día de hoy, es un cubano-americano, escritor y periodista, quien actualmente es el jefe de redacción y principal portavoz de la revista People en español. Es la primera novela que publica y es el resultado de una laboriosa investigación de muchos años de este señor.

Tuve la oportunidad de estar en la presentación del libro aquí en Bogotá, en el marco de la 30 Feria Internacional del Libro de este año (2017) y tuve la posibilidad de conocer de cerca al autor e incluso de hacer firmar mi libro. De la presentación debo decir que salí completamente desesperada por conocer y empezar a leer el libro de una vez, principalmente por la pasión con la que Armando presenta su historia. Tiene tantas ganas y tanta pasión, que de verdad sentí que debía leer el libro.

La niña alemana es una historia que, principalmente, se desarrolla en los años de la segunda guerra mundial (1939 – 1945) y tiene mucha relación con el holocausto y todo el horror por el que pasó la humanidad. Como ustedes podrán haber notado, tengo una extraña fijación por libros relacionados con esta parte de la historia y se estarán imaginando que es una más de tantas historias de los judíos huyendo de la Alemania Nazi, que terminan desafortunadamente en un campo de concentración, sufriendo todas las tragedias que estos 6 millones de personas tuvieron la desgracia de vivir… Pues permítanme decepcionarlos.

Si bien es cierto la historia tiene relación con el holocausto y, efectivamente, la historia gira en torno de una familia judía que debe huir de Berlín en el momento en que Hitler y su gobierno asciende al poder, pero no es de esas historias en las que la familia va corriendo por toda Europa y escondiéndose en sótanos y eso… Resulta que existió una historia (para mi desconocida hasta encontrarme de cara con Armando Correa) que sucedió en el marco de este horroroso y oscuro episodio de la humanidad.

Lo primero que quiero indicar es que el libro tiene dos protagonistas: Hannah y Anna. Por lo mismo, el libro está dividido como en dos tiempos: Los sucesos que cambiaron la vida de Hannah (1939) y la vida en la actualidad (2014) contada por Anna.

La historia inicia en 1939, cuando ya ha sucedido esa terrible noche que cambió radicalmente la existencia de los judíos, conocida como La noche de los Cristales Rotos. Hannah narra en primera persona la situación que se vive, cuenta como ha sido rechazada por su escuela, sus compañeros, sus profesores. Cómo poco a poco la vida de ella y su familia han ido cambiando: Su padre, profesor universitario, tuvo que dejar de dar clase porque ya no era considerado un hombre respetable; Su madre, experta en moda y elegancia, admirada por toda la “alta alcurnia” alemana, dejó de ser admirada para convertirse en “un gusano más”; y Hannah, una niña feliz que ha tenido que padecer las injusticias sin entender que es lo que realmente está sucediendo.

Pero bueno, la historia básicamente gira en torno a esta familia, la familia Rosenthal, quienes son una familia alemana acomodada, con dinero y propiedades suficientes como para vivir el resto de sus vidas sin necesidad de trabajar. Pero a pesar de tenerlo todo, tienen un solo pecado: Son judíos. Y con el ascenso de Hitler deben huir de Alemania y buscar un futuro en otra parte.

Así empieza la historia de esta familia que, con el fin de salir de Berlín y huir de esta desgracia que no comprenden, deciden comprar pasajes en el transatlántico St. Louis, que partiría del puerto de Hanover y anclaría en el puerto de La Habana… Hasta el momento uno piensa ¿qué puede salir mal? Al fin tienen la posibilidad de huir y empezar su nueva vida en otro país, muy lejos de los horrores del régimen nazi.

Lo que ninguno de los que abordó supo es que ese barco jamás podría tocar el puerto de La Habana.

Y aquí debo hacer un paréntesis para contarle a usted, señor lector, que el St. Louis existió. Que el viaje que arrancó el 13 de mayo, con 937 judíos a bordo con rumbo a Cuba y que nunca tuvo acceso al puerto de La Habana es real. Es real que Cuba les negó el acceso a los pasajeros del barco, es real que Estados Unidos y Canadá tampoco dejaron desembarcar a todas estas personas, que tuvieron que volver a Europa y que, la mayoría, terminó muriendo por los vestigios de la guerra o dentro de los campos de concentración.
No quiero contar muchos detalles de la historia, solo quiero decir que se desarrolla durante este viaje, que los Rosenthal abordan este barco y que dejan todas sus posesiones, sus pertenencias, su historia… en Berlín.

El libro empieza flojo. La historia y sus personajes no eran tan claros. El primer capítulo fue lo más descontextualizado que pude encontrar. La verdad es que no lo entendí muy bien. Yo siento que ese no debió ser el primer capítulo, el que presentaba esta historia. Sin embargo, a medida que fui pasando las hojas la historia se fue tornando mucho más trágica y muy triste y durante muchos momentos tuve que interrumpir mi lectura porque de verdad no era capaz de seguir leyendo. Necesitaba calmarme un poco porque, a medida que fui pasando las páginas ya no me sentía capaz de aguantar el llanto.

Es una historia injusta, triste y que hace que uno se sienta frustrado, como sin esperanzas, como sin ganas de nada… yo terminé el libro y sentí que la poquita fe que me quedaba en la humanidad se fue en el momento en que cerré el libro. Solo pensaba en esas 937 almas que abordaron el barco con la esperanza de salvar sus vidas y mantener sus familias juntas y que terminó siendo solo una fantasía.

¿Cómo es posible que los Gobiernos decidieran que tenían el derecho de negar la entrada de 937 almas? ¿Qué tenían el derecho de condenarlos a morir de la peor manera? No entiendo. Me cuesta entender que eso haya pasado.

A pesar de todo lo que me produjo, siento que es un libro que todas las personas deben leer. Porque siento que de verdad es necesario conocer la historia. Alguna vez alguien dijo que “quien no conoce su historia está condenado a repetirla” y siento que sí, que efectivamente necesitamos conocer los errores del pasado para no volver a repetirlos.

Por favor, si tienen la oportunidad léanlo. No porque esté de moda… pónganle sentimiento. Piensen en que una niña de 12 años está en medio del problema del ascenso de Hitler y su Gobierno y no entiende que ha hecho o que han hecho sus papás para merecer lo que les está sucediendo.

Lo recomiendo a ojo cerrado. En serio que sí. Espero me disculpen por mi extensa reseña, pero necesitaba sacar todo lo que el libro me produjo. Espero les guste y no los aburra.

Gracias por leerme y espero leerlos pronto. Un abrazo grande.


Ju.

domingo, 21 de mayo de 2017

La verdad sobre el caso de Harry Quebert


Sinópsis:

Quien mató a Nola Kellergan es la gran incógnita a desvelar en este thriller incomparable cuya experiencia de lectura escapa a cualquier tentativa descripción. Intentémoslo: una gran novela policiaca y romántica a tres tiempos – 1975, 1998 y 2008 – acerca del asesinato de una joven de quince años en la pequeña ciudad de Aurora, en New Hampshire. En 2008, Marcus Goldman, un joven escritor, visita a su mentor – Harry Quebert, autor de una aclamada novela -, y descubre que éste tuvo una relación secreta con Nola Kellergan. Poco después, Harry es arrestado, acusado de asesinato, al encontrarse el cadáver de Nola enterrado en su jardín. Marcus comienza a investigar y a escribir un libro sobre el caso. Mientras intenta demostrar la inocencia de Harry, una trama de secretos sale a la luz. La verdad sólo llega al final de un largo, intrincado y apasionante recorrido.

Al autor ya lo presenté en la primera reseña que hice sobre uno de sus libros, les comenté que es suizo y que ha publicado ya varias novelas. Tuve la oportunidad de conocerlo, escucharlo y de que me firmara el libro que tenía y, fue allí, donde pude comprar el libro que estoy a punto de reseñar. Fue un encanto de persona y la verdad su pasión al escribir es demasiado atrayente.

Ahora, frente a “La verdad sobre el caso de Harry Quebert” debo decir que fue un libro que me impresionó muchísimo. La historia y la manera de contarla son sencillamente maravillosas. Al principio pensé de alguna manera iba a tener alguna complicación por los saltos en el tiempo que tiene la historia, pero realmente eso hizo de la novela algo mucho más interesante. El libro es bastante extenso pero no por eso es aburrido. La historia es muy entretenida y, de hecho, es muy sencilla de leer. Los personajes son construidos con bastante proeza por parte del autor y los giros que da la novela son de esos giros inesperados que vuelven loco a cualquier lector.

Como lo dice claramente la sinopsis, la historia gira en torno a la misteriosa desaparición de una jovencita de quince años producida el 30 de agosto de 1975 y que 33 años después todavía no ha sido posible desentrañar lo que realmente ocurrió ese fatídico día. Nuestro protagonista es un escritor llamado Marcus Goldman, quien está en pleno 2008 y al que la fama se le ha subido un poco a la cabeza. Sin embargo, se termina dando cuenta de que está sufriendo esa enfermedad que todo escritor teme: El síndrome de la hoja en blanco.
A raíz de esto, Goldman decide retomar contacto con un amigo muy cercano que resulta ser uno de los profesores que le dio clase en la Universidad, que logró desentrañar todos sus secretos más profundos y que, a fin de cuentas, decidió aceptarlo con todo y sus errores. Este profesor es el gran Harry Quebert, un escritor aún más célebre que su propio alumno y que alcanzó su apogeo con la novela “Los orígenes del mal”. Va a visitarlo y a rogarle que le ayude a superar la enfermedad que está sufriendo. Durante esta visita, Marcus descubre un secreto que termina arruinando un poco las cosas con Harry, ya que Goldman descubre que Harry tuvo un pequeño affaire con una niña de quince años. Y así, da inicio la historia que desarrolla el libro que empieza con el hallazgo del cadáver de esta muchachita de quince años, enterrada en el jardín de la casa de Harry Quebert, 33 años después.

Debo decir que alguna vez leí que esta novela mezclaba la pasión de algunos escritores que aún no conozco, con la manera de escribir de Stieg Larsson, autor de la saga Millenium… Pues debo confesar que sí, que este Joël Dicker logró atraparme en sus cientos de páginas como si fuera un pequeño insecto y el libro fuera su telaraña.
El libro es emocionante y, como ya les mencioné, da unos giros en la trama que de verdad dejan al lector de una sola pieza, tratando de decifrar lo que acaba de leer. En esta historia todo el mundo es culpable y no dejen de sospechar de nadie, ni siquiera de las personas que ustedes creen que jamás, jamás, jamás podrían hacer desaparecer a una niña de quince años.

Por su parte, Nola Kellergan siempre fue una niña muy feliz y muy buena, según relatan los habitantes del pequeño pueblo de Aurora. Pero a medida que avanza la novela, nos vamos dando cuenta que Nola, como todos los habitantes de este pequeño pueblo, guardaba un sinfín de secretos que deben salir a la luz para poder entender lo que realmente sucedió ese fatídico 30 de agosto de 1975.

Al final, además de resolverse el misterio de la desaparición, de encontrar las razones de la misma, también entendemos que hemos estado siendo “timados” de alguna manera. Encontramos que, a pesar de entender y saber que Harry no fue quien causó la desaparición de Nola (aunque debo confesar que hubo partes del libro que me hicieron creer que tal vez si fue él), encontramos al final del libro una decepción casi tan grande como haber descubierto que fue Harry quien la mató.

No puedo decirles mucho más sin arruinar la historia por lo que justo ahora les daré mi opinión sobre el libro, diciéndoles que la verdad a mí me encantó. Ha sido casi el mejor libro que he leído este año y lo recomiendo a ojo cerrado. Las personas creen que es demasiado largo pero NO. De hecho, la historia es perfecta y realmente el lector no siente tedio, aun sabiendo que son 660 páginas.

De verdad, si leyeron la saga Millenium, lo más probable es que ADOREN ESTE LIBRO. Al final salí con una sensación extraña, como si a pesar de haber resuelto el misterio, las cosas no resultaron tan bien como uno espera. Solo les digo que deben leerlo, no les digo más.

Por ahora me despido, no sin antes agradecer a aquellos quienes aún siguen leyendo este blog, así suba una reseña una vez cada tanto tiempo. Les prometo ser mucho mas frecuente. Nos leemos en la próxima reseña. J

Un abrazo,


Ju.