Sinopsis:
"En una pequeña
comunidad sureña, Danny Padgitt, principal sospechoso del brutal asesinato de
una mujer, es condenado a cadena perpetua pese a ser miembro de una poderosa
familia relacionada con asuntos turbios. Antes de ingresar en prisión, Danny
jura vengarse del jurado. Cuando años más tarde es liberado por buena conducta,
todos temen que cumpla su promesa."
El libro es escrito por John
Grisham, quien es estadounidense y se ha caracterizado por sus novelas
envueltas en dramas jurídicos con sus respectivas soluciones. Y es obvio, ya
que este hombre ha sido abogado y Representante a la Cámara en su país.
Del autor solo he leído dos
obras: la primera, Los litigantes,
impuesta por un profesor en la Universidad (a quien le agradezco infinitamente
por haberme mostrado esta clase de literatura) y la segunda, El último jurado, lo leí por gusto,
porque me llamó la atención. Y es normal teniendo en cuenta de que acababa de salir
del módulo de Derecho Penal y teniendo en cuenta que la sinopsis del libro
habla de un asesinato, una condena, amenazas, corrupción, etc. Cualquier
estudiante de Derecho con cierto amor extraño hacia el Penal se mostraría
interesado por leer un libro así.
El libro empieza con la
historia de una mujer que se casó siendo muy joven y al poco tiempo enviudó. Se
dedicó a su familia y al jardín de su casa. Aunque de repente empezó a salir y
a distraerse no solo en su pueblo sino en pueblos aledaños. El problema surge
en el momento en que esta mujer es abusada sexualmente dentro de su casa y en
frente de sus hijos. En medio de todo, la mujer alcanza a reconocer a su
agresor y, como es lógico, él decide terminar su acto asesinándola. Ella muere
en manos de sus vecinos no sin antes decirles el nombre de su victimario.
En ese momento se inicia el
proceso en contra del único sospechoso del pueblo, miembro de una familia
poderosa, adinerada y corrupta, capaz de manipular a cualquiera con tal de
lograr sus cometidos.
Hasta ahí pensé que todo se
iba a desenvolver en torno al proceso, a los abogados, a los fiscales, etc.
Pero resulta que no. Resulta que la historia es narrada por un periodista
recién graduado, que acaba de comprar el periódico del pueblo y que busca, de
todas las formas posibles, dar un punto de vista objetivo de los sucesos.
Luego todo empieza a girar
en torno de los conflictos de los años 70 (época en la que se desarrolla la
historia): problemas de racismo, contrabando, corrupción.
Muestra como en ese entonces
el racismo era pan de cada día. De cómo los “blancos” discriminaban a los “de
color”, de cómo había escuela para “blancos” y escuela para “negros” y cómo la
gente se negaba, en principio, a permitir que sus hijos estudiaran con “esos”. El
autor plasma el problema de inclusión que había en esa época y de lo difícil
que era ser un “Negro” en Estados Unidos, sobre todo en el sur del país.
Además,
deja también al descubierto el problema del contrabando de alcohol en esa
época. De este modo, pone a los villanos de la historia como gente
inescrupulosa, acostumbrada a hacer sencillamente lo que le viene en gana.
Desde traficar de una forma u otra con licor y drogas, hasta manipular la
justicia del condado bajo amenazas o bajo jugosos sobornos.
En mi
opinión, el libro es bueno. No es el mejor libro de todo el mundo. Me tomé el
tiempo necesario para leerlo con tranquilidad. Fue menos de un mes. Es
entretenido e interesante. Contextualiza muy bien al lector y no deja por fuera
la parte jurídica, que fue la que me llamó la atención. Lo recomendaría si el
lector está dispuesto a escuchar diálogos medio aburridos en ciertos momentos.
Pero así como se pone flojo en algunos momentos, tiene unos picos increíbles
que dejan al lector sin aliento.
Creo que eso
es todo por ahora. Espero guste a quien interese. Gracias de antemano y luego
nos leemos.
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